Estás en el trabajo y acabas de enfadarte mucho por algo que te ha sucedido.

    Necesitas calmarte porque sabes que alterado no podrás tomar la mejor decisión y además te haces daño.

    Tu objetivo es estar en calma para que lo que te ha sucedido no te afecte hoy, para que puedas actuar o no cuando tú consideres sin estar preso de tu emoción. Tu objetivo va a ser liberar tu emoción y calmarte.

    Seguramente estás rodeado de gente así que vas a realizar un par de ejercicios que te llevarán 10’en un lugar en el que dispongas de intimidad.

    El espacio elegido que seguro que cuentas con él son los aseos de tu trabajo. Sé que no es el lugar más agradable del mundo pero es un espacio en el que no llamarás la atención.

    Ve al aseo. Ya estás allí? Perfecto, entra en una de las cabinas y cierra la puerta. Vas a descargar tu pensamiento utilizando un elemento que seguro que tienes cerca, el papel higiénico, clinex o papel de secar las manos.

    Seguro que piensas un montón de cosas del que te ha hecho enfadar. Es el momento de decirlas, al hacerlo podrás deshacerte de esos pensamientos y evitar que se apoderen de tu mente y así, poder decidir con calma.

    Toma un trozo largo del papel y con los ojos cerrados comienza a decir en voz baja todo lo que piensas de quién te ha enfafado. Con cada calificativo que le dediques vas a arrancar un trozo del papel con fuerza, lo estrujarás en tu mano y lo tirarás al water.

    Recuerda, dí todo lo que tengas que decir, arranca, estruja y lanza el papel.

    Ahora, mira todos los burruños de papel en el water, y dado que has decidido calmarte y esos pensamientos que están ahí abajo no te ayudan a estar tranquilo, vas a deshacerte de ellos. Mira todos los trozos de papel, y tira de la cadena. Mientras miras como desaparecen los papeles puedes decir “Me deshago de estos pensamientos para estar en calma ahora, ya lo volveré a pensar cuando esté calmado”

    Ahora ve al lavabo y abre el grifo. Pon tus manos bajo el chorro de agua y mantenlas ahí durante 30”, el agua te limpia y te va a ayudar. Si quieres o puedes escupir porque te sale hacerlo está muy bien también.

    Cierra el grifo, no te seques las manos ni con papel ni con la máquina. Escúrrelas primero con un par de sacudidas y termina de hacerlo haciendo unas pasadas con tu mano por tus brazos, piernas y pecho. Como si te acariciaras o te untaras aceite. La energía de rayos y centellas que has sacado, necesitas calmarla o peinarla.

    Date unas palmaditas en las manos como si te sacudieras polvo de ellas y estás listo. Ya has descargado tu emoción de enfado.

    – Cuando te cruces con quién te indignó puedes pensar: “Ya tomaré una decisión respecto a tí”

    – Si vuelves a recordar lo que ha sucedido puedes pensar: “Ya tomaré una decisión respecto a lo que me ha sucedido”

    Felicidades, has gestionado tu emoción para que en su arranque, no te perjudique. Cuando estés en un espacio seguro para pensar, podrás tomar la decisión más adecuada.

    A continuación, encontrarás este proceso guiado a través de un audio. También una relajación guiada para cuando estés en casa y un ejercicio para reflexionar por escrito acerca de quién te ha enfadado.

    Cuidate mucho y hasta pronto

    Irene Molina

    www.irenemolina.es