La agresividad es una emoción inherente al ser humano y necesaria para sobrevivir. Muy práctica, por ejemplo, en el caso de que nuestra vida o la de nuestros seres queridos corra peligro. Como todas las emociones, el problema no es la emoción en sí, sino el cuánto y el cuándo de la emoción en concreto.

En el caso de la agresividad, la incorporamos a nuestra rutina de forma aprendida y reaccionamos desaforadamente cuando nos asalta. Si hay una situación que nos desborda, que nos satura, que nos enfada, hay veces en las que reaccionamos de manera agresiva.

Para paliar esta agresividad, se puede trabajar desde los múltiples aspectos que nos conforman; mental, emocional, físico y energético. Hoy voy a explicar cómo atenuar este desborde emocional desde la parte física y energética con el par biomagnético.

¿Por qué digo atenuar? Porque no la vas a erradicar de tu vida si no exploras el acontecimiento o situación que la provoca. Vamos a ver, si es un arranque puntual tampoco es necesario darle muchas vueltas. Si es algo habitual, sí que es necesario explorarla más a fondo.

Colocando los imanes en la posición que voy a indicar, conseguiremos regular la actividad del hipotálamo. Si, es la estructura de nuestro cerebro más potente para modular las conductas agresivas. Por lo que, sin necesidad de hacer una exploración psicológica ni utilizar otras técnicas de relajación, conseguiremos regular y paliar ese ataque de agresividad.

Lo más recomendable, mientras te pones los imanes es querer frenar tu arranque. Si continúas alimentándolo con pensamientos agresivos tipo “le voy a matar, es una asquerosa o le odio” es como acariciarte con una mano y golpearte con la otra.

La cara negra (-) del imán se sitúa más cercana al rostro, por eso en el dibujo ves la cara roja externa, porque la negra va hacia la piel. La cara roja (+) del imán sobre la piel, se sitúa de forma que desde fuera se ve la cara negra del imán.

Lo más recomendable mientras te pones los imanes, es querer frenar tu arranque. Si continúas alimentándolo con pensamientos agresivos tipo “te voy a matar, es un asqueroso o le odio”, es como acariciarte con una mano y golpearte con la otra.

La cara negra (-) del imán, se sitúa más cercana al rostro, por eso en el dibujo ves la cara roja externa, porque la negra está en contacto con la piel. La cara roja del imán (+) se sitúa sobre la piel, detrás del imán que has colocado primero con la parte negra sobre la piel. 

 

Advertencias:

No puedes utilizar los imanes en el caso de: haber recibido quimio o radio hace menos de un año. Marcapasos (si los utilizas en la zona del torso). Embarazo (menor a doce semanas). Puestos cercanos a prótesis de titanio o níquel. Metales nobles como oro, plata y platino sin problema.

Tipo de imán para utilizar en la zona de la cabeza: El de la nevera no sirve. Ni el del taller. Son imanes terapéuticos de estas características: a partir de 1000 gauss externos y hasta 2500 gauss externos. Materiales: Si los imanes son de neodimio no más de quince minutos en la cabeza. La ferrita está aconsejada para niños pequeños o personas sensibles al neodimio (poco habitual). Esta posición de los imanes es adecuada siempre y cuando te encuentres en el Hemisferio Norte de la tierra, donde los polos negativos de los pares bioenergéticos se establecen en el hemicuerpo derecho.

Donde adquirirlos: en tiendas especializadas en imanes para par biomagnético. Los encontrarás forrados ya o sin forrar. La diferencia de precio es considerable. Los puedes forrar tú mismo con piel de vaca (lo siento, pero he probado también con material sintético y no sirve).

En el vídeo que verás a continuación explico la posición de los imanes para paliar esa ansiedad que a todos nos asalta, espero, que muy de vez en cuando.

Cuídate mucho y hasta pronto. 

www.irenemolina.es