El cuerpo humano es sabio y cuando llora, es porque necesita drenar su tristeza, su pena y su dolor.

Si ya estás llorando permítelo, pronto estarás en otro estado, más calmado y sereno.

Si tus lágrimas están contenidas, pronto podrás dejarlas salir.

Si no sueles llorar, si te cuesta, porque te dijeron que eso es de débiles, desde ya, sabiendo que es natural y necesario para ti, dilo: “ me permito llorar”.

Busca un lugar tranquilo en el que nadie pueda molestarte, el objetivo es que permitas salir a tus lágrimas porque tú lo necesitas.

Si ya estás llorando continúa, si te cuesta llorar, puedes hacer este ejercicio: frunce los ojos y comienza a respirar casi como si hiperventilaras, emite sonido de sollozo, piensa en tu dolor, en tu pérdida, deja que tus emociones te agobien, no te resistas.

Es el momento para que tus lágrimas te ayuden, déjalas salir.

Ahora que has drenado tu dolor, a través de tus lágrimas, puedes calmar tu tristeza a través de la respiración.

Hay muchas técnicas respiratorias, esta que voy a explicar es muy sencilla y te servirá para serenarte.

Técnica:

Tomas aire profundamente por la nariz. Mientras lo haces cuentas mentalmente. Pongamos que has contado hasta seis. Cada uno tiene un tiempo o número.

Mantienes el aire en tus pulmones contando hasta seis.

Sueltas el aire por la nariz despacio y contando hasta seis.

Mantienes vacios tus pulmones contando mentalmente hasta seis.

Puedes hacer este ejercicio mínimo tres veces.

A partir de aquí ya estás preparad@ para hacer esta relajación guiada que está incluida en esta misma audioguía.

Además aquí abajo también tienes otra audioguía con un ejercicio para que reflexiones por escrito que te ayudará con lo sucedido.

Cuídate mucho y hasta pronto

Irene Molina

www.irenemolina.es