Cuando estamos enfadados y estamos conduciendo, dedicamos todo tipo de calificativos a los conductores o pisamos el acelerador sin delicadeza. Por eso, va a ser necesario que realices este ejercicio con el coche parado. No te llevará más de 10’.

Ahora estás en tu coche con las ventanillas subidas y con transeuntes de los que te importa más bien poco, lo que puedan pensar de ti.

Tu objetivo es calmarte, por eso, lo primero que tienes que hacer, es verbalizar lo que te está enfadando, ese es el primer paso para sacar esa ira de ti.

Agarra el volante con fuerza mientras dices en voz alta y con toda la emoción de tu enfado lo que estás pensando. Al decirlo con el volante agarrado y con todo el enfado que llevas dentro es necesario que hagas un gruñido al final.

Estúpido…grrr, cabrón….grrr….., inutil …grrr…” recuerda agarrar el volante con fuerza.

Ahora que ya has expresado con palabras tu enfado, abre las ventanillas del coche y sal de el.

Notaras todo tu cuerpo con una energía de enfado que es como electricidad, pues para poder cumplir tu objetivo de estar en calma, necesitas movilizarla.

¿Has visto como se sacuden los animales cuando se mojan? . Sí, agitan su cuerpo. Pues se trata de hacer lo mismo. Si sacudir tu cuerpo como si te diera un tembleque, en cualquier sitio donde hayas parado el coche, te da vergüenza, puedes dejar la boca relajada y exhalar aire con la intención de sacar esa energía eléctrica de enfado.

Una vez que lo hayas hecho, da un pasito para no continuar en el mismo sitio. Pasa tus manos por tus brazos y por tus piernas como si estuvieses quitando el polvo de tu ropa (esto no es muy llamativo). Mira al cielo, toma una respiración profunda y suelta el aire por la boca. Hazlo tres veces en total.

Seguro que tu energía de enfado ya no está ahí. Procura no ponerte música estresante sino algo de música clásica para acompañar tu conducción.

Si mientras conduces te asaltan de nuevo pensamientos relacionados con tu enfado (cosa que es totalmente normal), repite algo así como: “ahora estoy tranquilo, ya me ocuparé de todo esto”. Si quieres pensar en lo que te ha ocurrido también está bien. Lo importante es que no te vuelvas a alterar y puedas ordenar tus pensamientos. Puedes hablar en voz alta para hacerlo y hacerte preguntas que es muy util. 

A continuación te facilito un audio que te guiará para hacer los ejercicios. También te facilito una relajación guiada y un ejercicio de reflexión escrita

Hasta pronto

Irene Molina

www.irenemolina.es