Sesión Terapia Regresiva – Almas ancladas

En nuestra conversación telefónica previa a la sesión, la paciente me comenta que su madre falleció hace unos días y desde entonces tiene un dolor en el cuello que no se le pasa.

Tiene dudas acerca de si su madre ha podido hacer el tránsito o no y no sabe qué hacer para quitarse el dolor habiendo probado bastantes terapias para sanarlo.

Nos encontramos presencialmente para realizar la sesión enfocada en trabajar el motivo por el que viene a consulta.

Como podrás ver en esta regresión, hay veces en que las Almas de nuestros seres queridos, se quedan en este plano y no quieren hacer el tránsito por amor. Quieren seguir cuidando de sus seres queridos y por ese motivo, no quieren marcharse.

Cuando comprenden que su ida no será definitiva y podrán seguir cuidando a quien tanto aman, pueden trascender por decisión propia.

El dolor que traía en el cuello, estaba causado por el Alma de otro difunto que estaba perdido, no comprendía por qué estaba muerto ya que su muerte fue repentina y no aceptaba lo que le había sucedido.

Su motivación para quedarse, a parte de no comprender por qué había fallecido, también era el seguir estando con sus seres queridos.

Es común que las Almas que no han podido trascender, se encuentren en un estado de confusión y de dolor. Ayudarles a entender el tránsito y a que ellos decidan hacerlo, resulta ser una de las labores más amorosas que podemos hacer por ellos.

En este video puedes ver cómo trabajo en sesión con este tipo de situaciones.

Un fuerte abrazo

Libera tu ira estando en casa

Cuando estamos enfadados, necesitamos dar salida a esa emoción para que deje de perturbarnos y para no descargarla sobre otros. A veces el otro necesita una reprimenda o una conversación pero desde el estado de agresividad, pocas veces sale bien.

Por eso, en este ejercicio, te propongo un método sencillo para dar salida a tu ira, a esa ira que a todos nos llega de vez en cuando. 

Estos pasos están diseñados para hacerlos en casa. Si estás en el coche, en el trabajo o en la calle, tienes otros audios en la sección «recursos» de mi web.

Si es un tema recurrente, por el que estallas, podrías necesitar trabajarlo terapéuticamente. Hasta que eso suceda, hasta que la desgranes, es importante que puedas sacarla para que no te dañe.

Te facilito para ello: este texto que estás leyendo + un audio para sacar tu ira + una relajación guiada + un audio con un ejercicio para que puedas reflexionar por escrito sobre lo que te ha sucedido. 

PRIMER PASO: Expresa la emoción

En voz alta y con emoción expresa lo que opinas de quien te ha enfadado.

Eres un desgraciado, un desagradecido, un ingrato, un cerdo….»

Si no sueles utilizar insultos usa las peores expresiones que utilices , las que te salgan….

Gruñe, que te ayudará. Desahógate

SEGUNDO PASO: Saca esa emoción de tu cuerpo.

Si lo has expresado con toda la ira que tienes dentro, notarás como una electricidad que te recorre el cuerpo, es la energía del enfado. Si estás de acuerdo en sacarla de tu cuerpo puedes hacer como hacen los animales., sacudirte, sacudirla de ti.

Mueve los brazos y da saltitos donde estés con la intención de sacar de tu cuerpo toda esa energía. En el vídeo verás que es muy sencillo.

Puedes abrir la boca y emitir sonidos también.

Ahora, aléjate un par de pasos de donde te estabas sacudiendo y peina tu energía. Sí, has sacado los rayos y centellas y ahora necesitas calmarla. Para ello, pásate las manos por los brazos, por las piernas y por el torso y la espalda como si la estuvieras peinando o acariciando. 

Ahora, busca un lugar donde sentarte y respira profundamente.

¿A que te sientes diferente? A que ya no estás que echas chispas?

TERCER PASO: Relájate un ratito. Bebe agua, ve al aseo antes. Haz una relajación como a ti te vaya bien. En el audio que tienes más abajo, te ofrezco una guiada.

CUARTO PASO: Habla contigo mismo.

Desde ese estado de tranquilidad, habla contigo mismo. Te propongo las siguientes frases que puedes decir mentalmente o en voz alta:

Estoy orgullos@ de lo que acabo de hacer. Pon “La sonrisa de la Mona Lisa” en tu cara y siéntete realmente orgulloso. En vez de dejarte llevar por tu ira, la has gestionado en su fase con mayor posibilidad de destrucción.

Entiendo que me enfade lo que me ha enfadado

Ahora estoy tranquil@

Ahora puedo pensar con claridad

Ahora sí puedo elegir qué hacer o qué no hacer con la situación que me ha enfadado.

Aquí te dejo el audio que te guiará en el proceso y el vídeo que muestra como hacerlo.

Hasta pronto

Irene Molina

www.irenemolina.es